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Historias cortas
del planeta Cuba

Ary Pinelli

Para nadie es un secreto que Ari Pinelli (La Habana, Cuba, 9 de junio de 1976) posee una formidable voz, que junto a su plasticidad en escena contribuye de manera muy especial al éxito del excelente grupo Los Tres de La Habana, agrupación que ha logrado la hazaña de conjuntar el aplauso del público y de la crítica.


Perteneciente a la tercera generación de una familia de artistas de reconocido prestigio en la cultura cubana y poseedor de un talento y sensibilidad propias de los seres que desde niños son capaces de vivir en un mundo tan especial como ellos mismos, ahora Ari se nos acerca desde el mundo de la literatura, revelando una fértil imaginación e innegable buen gusto desde ésta, su opera prima en el mundo del cuento.

Historias cortas del planeta Cuba plasma situaciones de la vida cotidiana en una isla, que a pesar de haberla hecho Dios un día en que estaba contento, se encuentra sumida en un mar de confusiones y gravemente enferma de presente.
A través del prisma maravilloso de su escritor se revela un mundo que muchos se imaginan, pero que pocos pueden describir con tanta propiedad como quienes lo han vivido, o aún mejor, quienes lo han sufrido, porque entre diáspora y odio, todo el mundo sale lastimado, independientemente de hacia dónde se incline su filiación política o ideológica.

Tal y como lo logra desde el escenario, Ari nos captura con su voz poderosa, y nos lleva a esa galaxia lejana —e increíblemente cerca a la vez—, para visitar un planeta, que en el enorme universo del día a día, siempre está al borde de un “agujero negro”.
Tony Pinelli.

Para contactar con el autor: arithebook@yahoo.com 

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Envío

Ari Piniella, 2010
Library of Congress Control Number: 2010909368
Ilustraciones de portada y portadillas:
Francisco Crespo Acevedo

 

PRÓLOGO PARA UNA TRÍADA DE CERTEROS CUENTOS

El apellido Pinelli tiene en Cuba una especial connotación en lo que a calidad artística se refiere, pues Germán, el abuelo del autor de este libro, fue uno de los más grandes locutores y presentadores de la televisión cubana —cuyo relevo todavía por cierto no aparece—, con un importante premio a nivel hispanoamericano incluido; su carismática tía abuela Sol también sacó la cara dignamente por la familia, y dos de los nietos de Éufrates del Valle (por aquel inolvidable personaje que Germán interpretaba en el programa televisivo San Nicolás del Peladero) han integrado un exitoso trío con Ana Páez, la esposa de Germán David Pinelli, para seguir haciendo honor a la tradición artística familiar como Los Tres de La Habana.

Y por si fuera poco, ahora Ari Pinelli, uno de esos dos nietos, se nos destapa como escritor, y nada menos que de cuentos, con este libro titulado Historias cortas del planeta Cuba, que he tenido el honor y el placer de leer y de revisar como quien pule un diamante, pues cuando Ari me comentó en Facebook que estaba terminando de escribir un libro de cuentos, sin pensarlo mucho me ofrecí para ayudarlo en la difícil empresa de publicarlo una vez concluido, y aquí está ya la criatura, con el favor de Dios y de todos los orishas a los que ambos respetamos y queremos tanto.

Historias cortas del planeta Cuba es un libro que no sigue ninguna corriente de moda; ni es realismo sucio, ni retorna sin saberlo al teatro de la crueldad; son tres cuentos imbricados entre sí de un modo tan sutil que solamente al acabar de leerlos “nos caemos de la mata”, como se diría en ese San Nicolás del Peladero del Siglo XXI en que se ha convertido la isla entera, mucho más terrible y alucinante que aquél en el que Éufrates era el chiquillo loco de Escolástica.

Contrario al nombre del autor, aquí no hay aridez pero tampoco hay humor; para Ari es imposible reír con la tragedia cotidiana del pueblo cubano dentro de la isla-prisión, y ha sido eso lo que lo ha compulsado a escribir estos tres cuentos, pero con nuevas aristas casi nunca tocadas, que son las que le dan originalidad y un sello propio al escribir.

Gracias, Ari, por no conformarte con ser un cantante de éxito en la radio y en la televisión —algo con que la mayoría se hubiera sentido ya satisfecha—, y buscar en la escritura una nueva forma de expresión artística para poder canalizar mejor tus inquietudes y tus sentimientos.

Baltasar Santiago Martín
Fundación APOGEO. Miami, 20 de mayo 2010.